lunes, 31 de diciembre de 2007
Una noche radical
Tras un arduo día de trabajos y pesares, de compras para el banquete de Noche vieja y persecuciones por la villa Caudetana. Nos propusimos a cenar varios caballeros en una Atalaya a las afueras de los muros Caudetanos. En ella encendimos una gran hoguera y al lado de su suave calor nos decidimos a comer y a beber placenteramente. Después de llenar el buche con aquellos ricos manjares nos pusimos a jugar a las cartas. Un juego tan valioso como eran nuestras personalidades (el culo), en el que nos jugavamos mas cosas que nuestro honor. Amenizado todo ello con una gran cantidad de esa dulce miel que invade nuestras mentes calada a calada.Después de una velada tan tranquila y fructífera subimos a nuestro Castillo, en lo mas alto del pueblo, a lomos de nuestra siempre fiel furgoneta Vanette. Tras aparcar la furgo en los establos entramos en la fortaleza y para nuestra sorpresa estaba destruida, asediada...en ruinas!!. Temerosos de una invasión orca tomamos las armas. Dentro del los salones la imagen era dantesca, fruto de una lucha encarnizada con el mobiliario. Mi primera imagen fue una mesa literalmente partida por la mitad con mazo orco (un pilón de los que se ponen para cortar la calle), al adentrarme dentro de la sala de reuniones vi la desolación de lo que antes había sido un infierno. Miles de mujeres arremolinadas en los sofás en un estado de embriaguez y soñolencia que me resultaba patético, y a su lado en posición de jubiló un montón de soldados, viroteándo, danzando y bebiendo presas de un frenesí etílico. Pero la noche no acabo con esa imagen, el caballero Mustafá (venido de los reinos arábicos) en un alarde de fuerza y poderío destrozo el trono real en mil pedazos, como si de un simple trozo de papel se tratase. El caballero Bird, embrujado por la pócima de una bruja muy poderosa, creadora del vil líquido orujense, traído de los rincones más oscuros de los reinos de Ind. Pero mis ojos no pudieron mas cuando visualizaron a éste ilustre caballero romper un trozo de madera estelar que el rey Pepí le puso frente a él con la frente. Tras el chasquido de la tabla al romperse broto de su frente un rastro de sangre que le cruzaba la cara,¡ se había convertido en birdpopoter!!, el mayor guerrero de todos los tiempos. Grabado a fuego y sangre apareció en su frente la señal de la tabla maldita. El cual estaría marcado para todo la eternidad... pero enloquecido por la experiencia y por aquel brebaje maldito se subió a una de las almenas y descolgándose de ellas en un ataque de pura locura casi se deja caer si no hubiera sido por la intervención del paladín mustafa y un servidor. Cuando dejamos su cuerpo dentro de la seguridad del patio interior el salto de jubilo y alegría viroteando su gallardía y valentía mientras que el resto de los allí congregados salíamos de un estupor casi fantasmagórico. Pero la noche continúo con pintadas radicales en los muros cercanos a nuestro castillo. Pintadas de paz y fraternidad pero hechas con vandalismo y salvajismo.... con el tiempo los ánimos se calmaron pero no con ello nuestras risas y alegrías.... pero casi una buena noche se convierte en una tragedia por culpa del orujo ese licor prohibido nacido del infierno.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Jjajajaj, si si tio, lo pasamos de lujo y eso que no habia nada organizado "oficialmente"... hay que repetir estas cocidas juntos!
Publicar un comentario